lunes, 10 de septiembre de 2012

Doble vida


El alma tiene que ser sujeta al espiritu renovado en Cristo.

«Bendice, alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su Santo Nombre. Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias».Salmos 103.1 3

Existen dos clases de vida según la biblia, la vida del espíritu y la vida del alma. El espíritu fue renovado, ahora tenemos que renovar el alma. En nuestra alma está: la Voluntad, la Mente y las Emociones.

Digo, pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. Gálatas 5.16

Voluntad.
Es el área de la persona que nos da la capacidad de decidir. El ser salvo o condenado no depende de Dios,sino de la persona porque es un acto de voluntad propia recibir a Cristo o rechazarlo.La voluntad del hombre se divide en: decisión,intención, propósito, elección y deseo.

«En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad». Efesios 4.22-24

Hay cosas que tenemos que dejar de hacer, y es una decisión que tenemos que tomar. Cuando entendemos que nuestra voluntad tiene que someterse en obediencia a Dios, entonces empieza la renovación de nuestra alma, lo que en las Escrituras se llama conversión.
Por la palabra recibimos la revelación de la voluntad de Dios, entendemos que no tenemos que odiar sino amar a nuestro prójimo, y por nuestra propia voluntad decidimos dejar de odiar y amamos a nuestro prójimo, con la ayuda del Espíritu Santo.

Por este motivo tenemos que renunciar a nuestra propia voluntad y someternos a la voluntad de Dios. Para poder vivir una vida plena en el.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2ª Timoteo 1.7

Dominio propio por el Espíritu de Dios para someter nuestra voluntad humana a la voluntad de Dios. Para vivir en el Espíritu nuestra alma con su voluntad , deseos y emociones tiene que estar dominada por el espíritu renacido en Cristo.

“Meditemos en las cosas que tenemos que cambiar, a que tenemos que renunciar o que debemos dejar de hacer, cosas que ya sabemos por la palabra que a Dios no le agradan.”