viernes, 13 de junio de 2014

La opinion del hombre y el temor de Dios

La opinion del hombre, basada en sus gusto, estructuras de pensamiento, y tradiciones, muchas veces supera la verdad revelada en la palabra de Dios.

Provervios 21:2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.
Romanos 12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.

Cuantos pensamientos diferentes, opiniones, criterios, pueden dar diferente significado a una misma cosa.
Mas cuando se quiere limitar a un Dios ilimitado; cuantas reformas, cuantas denominaciones, cuantas teologias, cuantos movimientos identificados con diferentes corrientes de pensamiento teologicas, tambien filisoficas y humanistas, toman la palabra de Dios, y levantan la bandera de su verdad.
Pero la verdad es una sola. Y esta en la palabra de Dios, solo teniendo la mente de Cristo, el Padre con su Santo Espiritu puede iluminar las Escrituras.
Solo si desechamos, nuestra vieja naturaleza, nuestros pensamientos y lo que aprendimos de otros, y nos dejamos enseñar por el Maestro, dejaremos de ser sabios en nuestra propia opinion, y alcanzaremos la verdadera sabiduria, que es el Temor a Dios.
Juan 5 (NTV)
39 »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
40 Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida.
41 »La aprobación de ustedes no significa nada para mí,
42 porque sé que no tienen el amor de Dios adentro.
43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes me han rechazado. Sin embargo, si otros vienen en su propio nombre, ustedes los reciben con gusto.
44 ¡Con razón les cuesta creer! Pues a ustedes les encanta honrarse unos a otros, pero no les importa la honra que proviene del único que es Dios.

Bendiciones amados!

viernes, 6 de junio de 2014

Celebrando la Palabra de Dios

Nuestro Padre Celestial por su gran amor y bondad nos ha dejado Su más importante herencia: La Toráh (Instrucción, Enseñanza, Ley). Para Él no es simplemente un accesorio, ni lo debe ser para quienes queremos obedecemos Su voz. El profeta Yeshayahu/Isaías expresó de una manera clara la actitud del Eterno ante Su Toráh, la misma que deberíamos tener los que somos Sus hijos.

«Le agradó a YHVH, por amor a su justicia, hacer su LEY grande y gloriosa». Isa 42:21

Los sabios del pueblo de Israel han enumerado los preceptos de la Toráh dada a Moisés y han encontrado que contiene 613 mandatos (mitzvot). Los que conocemos en Occidente como los “Diez Mandamientos”, no son diez preceptos, sino como lo sugiere el hebreo “Aseret Ha-Divrot”, que literalmente son “Diez Palabras”, “Diez Confesiones” e incluso se pueden llamar los “Diez Códigos”.

Las “Diez Palabras” son representativas de toda la Toráh. El número 10 en el las Escrituras y para el pueblo Hebreo representa “totalidad”, por eso es que la Escritura habla de 10 tribus perdidas, del diezmo, que es la representación de todo lo recibido de la mano de Dios (Gén 14:19-20), diez camellos que envió Abraham con su siervo para buscar esposa para Isaac (Gén 24:10), diez hombres de todas las naciones que tomarán por el manto a un judío para seguir al Dios de los judíos (Zac 8:23); el Mesías Yeshúa (‘Jesús’) habla de diez vírgenes que representan todo el pueblo de Dios, de diez leprosos, diez minas, diez siervos, diez talentos, diez dragmas. En apocalipsis se habla de diez días de tribulación (Ap 2:10), un dragón con diez cuernos (Ap 12:3), diez reyes (Ap 17:12), y un largo etc.

La Toráh o Ley Divina es la norma de verdad que debe guiar la vida de todo hijo de Dios (Sal 119:142,160). Además, toda ella expresa el carácter de Aquel que la entregó. Por eso, cualquier cosa que era abominación al carácter de Dios en tiempos de Moisés es aún abominación, porque Su carácter no ha cambiado en nada, lo mismo sucede con las cosas que Él amo y bendijo, son las mismas que ama y bendice hoy.

Recordemos LAS DIEZ PALABRAS/ASERET HA DIVROT :

-”Anojí YHVH Eloheija”.
-Yo soy El Eterno, tu Elohím.

-”Lo Yijyé Lejá Elohim Ajerim Al Panay”
-No tendrás otros dioses delante mío.

-”Lo Tisá Et Shem Yahweh Eloheija Lashav”
-No tomes el nombre de YHVH tu Elohím en vano.

-”Zajor Et Yom HaShabat Lekadeshó”
-Recuerda el Día Shabat para santificarlo.

-”Cabed Et Abeija Ve Et Imeja”
-Honra a tu padre y a tu madre.

-”Lo Tirtzaj”
-No asesines.

-”Lo Tinaf”
-No cometas adulterio.

-”Lo Tignob”
-No robes.

-”Lo Taané Bereajá Ed Shaker”
-No digas falsedades sobre tu prójimo.

-”Lo Tajmod”
-No codicies nada que sea ajeno a ti.

¿QUÉ ESPERA YHVH DE SUS HIJOS?

«Amarás pues a YHVH tu Dios, y guardarás siempre su precepto, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos». Deut 11:1.

Que podamos hacer la misma oración que el salmista: «Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu Ley». Sal 119:18.

«Sé además que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre; que no hay nada que añadirle ni quitarle; y que Dios lo hizo así para que se le tema». Ecl 3:14.

LA PROMESA DE YHVH PARA SUS HIJOS:

«Les daré integridad de corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Les quitaré su terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo, para que obedezcan mis decretos y ordenanzas. Entonces, verdaderamente serán mi pueblo y yo seré su Dios» Eze 11:19,20.

«Sécase la hierba, marchítase la flor, Pero la palabra del Dios nuestro permanece para siempre». Isa 40:8

La Toráh ya no está solo escrita es piedra, ahora por la acción de la Presencia Divina está en nuestro corazón, pues la Nueva Alianza (Brit HaDashá – Jer 31:31-33) está operando hoy por los méritos del Mesías. Así que ahora no tendremos excusa para rechazar y pisotear aquella que fue dada en Sinaí en el primer Shavout (Pentecostés).

Celebremos la Toráh entregada en Sinaí haciéndola viva en cada aspecto de nuestras vidas hoy y siempre.

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón”. Salmos 40:8.

Su servidor,

Kenner Ospino M.

domingo, 1 de junio de 2014

El Espiritu de dominio propio

Doble Vida
El alma tiene que ser sujeta al espiritu renovado en Cristo.

«Bendice, alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su Santo Nombre. Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias».Salmos 103.1 3

Existen dos clases de vida según la biblia, la vida del espíritu y la vida del alma. El espíritu fue renovado, ahora tenemos que renovar el alma. En nuestra alma está: la Voluntad, la Mente y las Emociones.

Digo, pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. Gálatas 5.16

Voluntad.
Es el área de la persona que nos da la capacidad de decidir. El ser salvo o condenado no depende de Dios,sino de la persona porque es un acto de voluntad propia recibir a Cristo o rechazarlo.La voluntad del hombre se divide en: decisión,intención, propósito, elección y deseo.

«En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad». Efesios 4.22-24

Hay cosas que tenemos que dejar de hacer, y es una decisión que tenemos que tomar. Cuando entendemos que nuestra voluntad tiene que someterse en obediencia a Dios, entonces empieza la renovación de nuestra alma, lo que en las Escrituras se llama conversión.
Por la palabra recibimos la revelación de la voluntad de Dios, entendemos que no tenemos que odiar sino amar a nuestro prójimo, y por nuestra propia voluntad decidimos dejar de odiar y amamos a nuestro prójimo, con la ayuda del Espíritu Santo.

Por este motivo tenemos que renunciar a nuestra propia voluntad y someternos a la voluntad de Dios. Para poder vivir una vida plena en el.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2ª Timoteo 1.7

Dominio propio por el Espíritu de Dios para someter nuestra voluntad humana a la voluntad de Dios. Para vivir en el Espíritu nuestra alma con su voluntad , deseos y emociones tiene que estar dominada por el espíritu renacido en Cristo.

“Meditemos en las cosas que tenemos que cambiar, a que tenemos que renunciar o que debemos dejar de hacer, cosas que ya sabemos por la palabra que a Dios no le agradan.”

Aldo D. Monegal