Por Wayne Cordeiro
Esto me recuerda al efecto Pigmalion. En términos simples significa que lo que creemos puede que eventualmente ocurra. Por ejemplo, si yo pienso que voy a fallar, en mi corazón yo tendré esa tendencia que eventualmente se hará realidad. Para evitar cualquier expectación negativa, debemos siempre esperar lo mejor.
De igual manera cuando usamos nuestra fe, no podemos usarla en creer lo peor. Necesitamos usar nuestra fe para bien y para lo mejor y debemos mantenernos creyendo y esperando en el Señor.
Es fácil cuando estamos en el ministerio, arrastrar nuestra fe y movernos en una ‘modo de mantenimiento’ rutinario. Si pensamos que estamos estancados en el mismo lugar y no estamos creciendo tendremos una tendencia en nuestros corazones que eventualmente se convertirá en realidad. Hay veces cuando el Señor me habla tranquilamentey me dice, “Wayne, eso es mal uso de tu fe.” Si no somos cuidadosos, lo que creemos eventualmente ocurrirá.
Nuestro futuro estará determinado por la forma en que lo vemos hoy.Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. (Mateo 8:13). Nosotros pintamos nuestro futuro con colores grises y colores diluidos pero Dios quiere pintar nuestro futuro con colores neón.
Puedo animarte a practicar la aplicación de tu fe? Nuestra fe es como cualquier músculo, y necesita ejercicio para que crezca fuerte. Tenemos que alimentarle con las cosas que lo harán fuerte—a través de la lectura diaria de la Palabra, escribiendo tu diario y orando cada día. Si estas decidido a tomar en serio tu relación con Dios, entonces tenemos que aumentar nuestra fe construyendo por nuestro futuro.