(Traducido del ingles)
Hace varios años, tuve el privilegio de enseñar en una escuela de ministerio. Mis estudiantes estaban hambrientos de Dios, y yo estaba buscando constantemente maneras de desafiar a caer más en el amor con Jesús y para llegar a ser las voces de avivamiento en la Iglesia. Me encontré con una cita atribuida más a menudo para Rev. Sam Pascoe. Se trata de una versión corta de la historia del cristianismo, y que dice así: El cristianismo comenzó en Palestina como una comunidad, sino que se mudó a Grecia y se convirtió en una filosofía, sino que se trasladó a Italia y se convirtió en una institución, sino que se trasladó a Europa y se convirtió en un la cultura, sino que llegó a Estados Unidos y se convirtió en una empresa.
Algunos de los estudiantes eran sólo 18 o 19 años - apenas fuera de los pañales - y yo quería que ellos entiendan y aprecien la importancia de la última línea, por lo que aclaró que mediante la adición de "una empresa. Eso es un negocio. "Después de unos momentos Martha, el estudiante más joven de la clase, levantó la mano. No me podía imaginar lo que podría ser la pregunta. Pensé que la viñeta poco se explicaba por sí, y que yo había realizado de manera brillante. Sin embargo, reconocí la mano levantada de Marta: "Sí, Martha." Ella hizo una pregunta tan sencilla: "Un negocio? Pero no se supone que es un cuerpo? "No podía imaginar donde esta línea de cuestionamiento se iba, y la única respuesta que se me ocurrió fue:" Sí. "Y continuó:" Pero cuando un cuerpo se convierte en un negocio, No es que una prostituta? "
La sala quedó en silencio absoluto. Durante unos segundos nadie se movió ni habló. Nos quedamos impresionados, miedo de hacer un sonido porque la presencia de Dios se había inundado en el cuarto, y sabíamos que estábamos en tierra santa. Todo lo que podía pensar en esos momentos sagrados fue: "Wow, me gustaría que se me hubiera ocurrido eso." No me atrevo a expresar que el pensamiento en voz alta. Dios había hecho cargo de la clase. La pregunta de Martha cambió mi vida. Durante seis meses, pensé en la pregunta al menos una vez cada día. "Cuando un cuerpo se convierte en un negocio, no es que una prostituta?" Sólo hay una respuesta a su pregunta. La respuesta es "Sí". La Iglesia de América, por desgracia, está muy poblada por personas que no aman a Dios. ¿Cómo podemos amar? Ni siquiera le conocemos, y me refiero a realmente le conocemos.
¿Qué quiero decir cuando digo "realmente lo conocen?" Nuestra comprensión de saber y el conocimiento se deriva de nuestra cultura occidental (que se basa en el antiguo pensamiento filosófico griego). Creemos que tenemos conocimiento (y, por extensión, la sabiduría) cuando hemos recogido información. Una colección de información no es lo mismo que el conocimiento, sobre todo en la cultura de la Biblia (que es un oriental, no griego, cultura). En la cultura oriental, todo conocimiento es la experiencia. En la cultura occidental / Griego, argumentamos desde la premisa hasta la conclusión sin tener en cuenta la experiencia - o eso creemos.
Un ejemplo podría ser útil aquí. Supongamos una pregunta basada en las dos premisas siguientes: En primer lugar, que el trigo no crece en un clima frío y el segundo, que Inglaterra tiene un clima frío. La pregunta: ¿Crece el trigo en Inglaterra? La gran mayoría de personas de la cultura occidental / Griego respondía: "No. Si el trigo no crece en un clima frío y si Inglaterra tiene un clima frío, entonces se deduce que el trigo no crece en Inglaterra. "En la cultura oriental, la respuesta a la misma pregunta, con base en las mismas instalaciones, más probable es que ser: "Yo no lo sé. Yo nunca he estado en Inglaterra. "Nos reímos de esta forma de pensar, pero cuando me hice la misma pregunta a mis amigos de Inglaterra, su respuesta fue:" Sí, por supuesto, el trigo crece en Inglaterra. Somos de allí, y sabemos que el trigo crece allí. "Superaron su camino cultural de pensamiento debido a su experiencia de vida. Experiencia supera a la información cuando se trata de conocimiento.
Un problema similar existe con nuestro concepto de creencia. Decimos que creemos algo (o alguien) aparte de la experiencia personal. Esta definición de la creencia no se extiende a nuestro agente de bolsa, sin embargo. Una vez más, permítanme explicar. Supongo que mi y me dice: "Tengo una punta caliente en una acción que se va a triplicar su precio en la próxima semana teléfonos corredor de bolsa. Quiero su permiso para transferir 10.000 dólares de su cuenta de dinero en efectivo y comprar esta población. "Eso es mucho dinero para mí, así que me preguntan:" ¿Cree usted realmente esta población se triplicará en el precio, y tan rápidamente? "Él / ella contesta , Claro que sí. "digo," Eso suena muy bien! ¡Qué emocionante! Entonces, ¿cuánto de su propio dinero han invertido en esta población? "Él / ella responde:" Ninguno. "¿Cree que mi corredor de bolsa? Sinceramente, creo? Yo no lo creo, y de repente yo no creo, tampoco. ¿Cómo podemos ser tan exigente en las cosas de este mundo, sobre todo cuando implican dinero, y así indiscriminada cuando se trata de las cosas espirituales? El hecho es que no sabemos o creemos aparte de la experiencia. La Biblia fue escrita a las personas que no lo entenderían los conceptos de conocimiento, la creencia y la fe sin experiencia. Sospecho que Dios piensa de esta manera también.
Así que me atengo a mi afirmación de que la mayoría de los cristianos estadounidenses no conocen a Dios - y mucho menos amarlo. La raíz de esta condición se origina en la forma en que llegamos a Dios. La mayoría de nosotros llegó a él por lo que nos dijeron que iba a hacer por nosotros. Se nos prometió que Él nos bendiga en la vida y nos lleva al cielo después de la muerte. Nos casó con él por su dinero, y no nos importa si vive o muere, siempre y cuando podamos conseguir sus cosas. Hemos hecho el Reino de Dios en un negocio, merchandising Su unción. Esto no debe ser. Se nos manda a amar a Dios, y estamos llamados a ser la esposa de Cristo - eso es algo bastante íntimo. Se supone que debemos ser sus amantes. ¿Cómo podemos amar a alguien que ni siquiera conocemos? E incluso si no conocemos a alguien, es que una garantía de que realmente las amamos? ¿Somos amantes o prostitutas?
Yo estaba pensando en la pregunta de Martha de nuevo algún día, y consideró la pregunta, "¿Cuál es la diferencia entre un amante y una prostituta?" Me di cuenta de que ambos hacen muchas de las mismas cosas, pero un amante hace lo que hace porque le encanta. Una prostituta finge amar, pero sólo el tiempo que usted paga. Entonces hice la pregunta, "¿Qué pasaría si Dios dejó de pagar?"
Para los próximos meses, permití a Dios que me las búsquedas para descubrir mis motivos para amar y servirle. Estaba realmente un verdadero amante de Dios? ¿Qué pasaría si se detuvo bendecirme? ¿Y si nunca hizo otra cosa para mí? ¿Todavía le quieres? Por favor, entienda, creo en las promesas y las bendiciones de Dios. La cuestión aquí no es si Dios bendice a sus hijos, el problema es el estado de mi corazón. ¿Por qué le sirvo? ¿Son sus bendiciones en mi vida los dones de un Padre amoroso, o son un salario que me he ganado ni un soborno / pago a amarlo? ¿Amo a Dios sin condiciones? Le tomó varios meses para trabajar a través de estas preguntas. Incluso ahora me pregunto si mi deseo de amar a Dios siempre se corresponde con mi actitud y comportamiento. Todavía me sorprendo a mí mismo estar decepcionado con Dios y enojado que él no ha cumplido con alguna necesidad percibida en mi vida. Sospecho que esto es algo que nunca está totalmente resuelto, pero quiero más que nada para ser un verdadero amante de Dios.
Así que ¿qué va a ser? ¿Qué somos nosotros, amante o prostituta? No hay prostitutas en el cielo, o en el Reino de Dios, para el caso, pero hay un montón de ex prostitutas en ambos lugares. Toma de una prostituta recuperación cuando digo que no hay sustituto para la incondicional relación íntima con Dios. Y me refiero a que no hay sustituto aceptable a nuestra disposición (echar otro vistazo a Mateo 7:21-23 en algún momento). Debemos elegir.
Dr. David Ryser
Fuente www.jaxchristian.com
Hace varios años, tuve el privilegio de enseñar en una escuela de ministerio. Mis estudiantes estaban hambrientos de Dios, y yo estaba buscando constantemente maneras de desafiar a caer más en el amor con Jesús y para llegar a ser las voces de avivamiento en la Iglesia. Me encontré con una cita atribuida más a menudo para Rev. Sam Pascoe. Se trata de una versión corta de la historia del cristianismo, y que dice así: El cristianismo comenzó en Palestina como una comunidad, sino que se mudó a Grecia y se convirtió en una filosofía, sino que se trasladó a Italia y se convirtió en una institución, sino que se trasladó a Europa y se convirtió en un la cultura, sino que llegó a Estados Unidos y se convirtió en una empresa.
Algunos de los estudiantes eran sólo 18 o 19 años - apenas fuera de los pañales - y yo quería que ellos entiendan y aprecien la importancia de la última línea, por lo que aclaró que mediante la adición de "una empresa. Eso es un negocio. "Después de unos momentos Martha, el estudiante más joven de la clase, levantó la mano. No me podía imaginar lo que podría ser la pregunta. Pensé que la viñeta poco se explicaba por sí, y que yo había realizado de manera brillante. Sin embargo, reconocí la mano levantada de Marta: "Sí, Martha." Ella hizo una pregunta tan sencilla: "Un negocio? Pero no se supone que es un cuerpo? "No podía imaginar donde esta línea de cuestionamiento se iba, y la única respuesta que se me ocurrió fue:" Sí. "Y continuó:" Pero cuando un cuerpo se convierte en un negocio, No es que una prostituta? "
La sala quedó en silencio absoluto. Durante unos segundos nadie se movió ni habló. Nos quedamos impresionados, miedo de hacer un sonido porque la presencia de Dios se había inundado en el cuarto, y sabíamos que estábamos en tierra santa. Todo lo que podía pensar en esos momentos sagrados fue: "Wow, me gustaría que se me hubiera ocurrido eso." No me atrevo a expresar que el pensamiento en voz alta. Dios había hecho cargo de la clase. La pregunta de Martha cambió mi vida. Durante seis meses, pensé en la pregunta al menos una vez cada día. "Cuando un cuerpo se convierte en un negocio, no es que una prostituta?" Sólo hay una respuesta a su pregunta. La respuesta es "Sí". La Iglesia de América, por desgracia, está muy poblada por personas que no aman a Dios. ¿Cómo podemos amar? Ni siquiera le conocemos, y me refiero a realmente le conocemos.
¿Qué quiero decir cuando digo "realmente lo conocen?" Nuestra comprensión de saber y el conocimiento se deriva de nuestra cultura occidental (que se basa en el antiguo pensamiento filosófico griego). Creemos que tenemos conocimiento (y, por extensión, la sabiduría) cuando hemos recogido información. Una colección de información no es lo mismo que el conocimiento, sobre todo en la cultura de la Biblia (que es un oriental, no griego, cultura). En la cultura oriental, todo conocimiento es la experiencia. En la cultura occidental / Griego, argumentamos desde la premisa hasta la conclusión sin tener en cuenta la experiencia - o eso creemos.
Un ejemplo podría ser útil aquí. Supongamos una pregunta basada en las dos premisas siguientes: En primer lugar, que el trigo no crece en un clima frío y el segundo, que Inglaterra tiene un clima frío. La pregunta: ¿Crece el trigo en Inglaterra? La gran mayoría de personas de la cultura occidental / Griego respondía: "No. Si el trigo no crece en un clima frío y si Inglaterra tiene un clima frío, entonces se deduce que el trigo no crece en Inglaterra. "En la cultura oriental, la respuesta a la misma pregunta, con base en las mismas instalaciones, más probable es que ser: "Yo no lo sé. Yo nunca he estado en Inglaterra. "Nos reímos de esta forma de pensar, pero cuando me hice la misma pregunta a mis amigos de Inglaterra, su respuesta fue:" Sí, por supuesto, el trigo crece en Inglaterra. Somos de allí, y sabemos que el trigo crece allí. "Superaron su camino cultural de pensamiento debido a su experiencia de vida. Experiencia supera a la información cuando se trata de conocimiento.
Un problema similar existe con nuestro concepto de creencia. Decimos que creemos algo (o alguien) aparte de la experiencia personal. Esta definición de la creencia no se extiende a nuestro agente de bolsa, sin embargo. Una vez más, permítanme explicar. Supongo que mi y me dice: "Tengo una punta caliente en una acción que se va a triplicar su precio en la próxima semana teléfonos corredor de bolsa. Quiero su permiso para transferir 10.000 dólares de su cuenta de dinero en efectivo y comprar esta población. "Eso es mucho dinero para mí, así que me preguntan:" ¿Cree usted realmente esta población se triplicará en el precio, y tan rápidamente? "Él / ella contesta , Claro que sí. "digo," Eso suena muy bien! ¡Qué emocionante! Entonces, ¿cuánto de su propio dinero han invertido en esta población? "Él / ella responde:" Ninguno. "¿Cree que mi corredor de bolsa? Sinceramente, creo? Yo no lo creo, y de repente yo no creo, tampoco. ¿Cómo podemos ser tan exigente en las cosas de este mundo, sobre todo cuando implican dinero, y así indiscriminada cuando se trata de las cosas espirituales? El hecho es que no sabemos o creemos aparte de la experiencia. La Biblia fue escrita a las personas que no lo entenderían los conceptos de conocimiento, la creencia y la fe sin experiencia. Sospecho que Dios piensa de esta manera también.
Así que me atengo a mi afirmación de que la mayoría de los cristianos estadounidenses no conocen a Dios - y mucho menos amarlo. La raíz de esta condición se origina en la forma en que llegamos a Dios. La mayoría de nosotros llegó a él por lo que nos dijeron que iba a hacer por nosotros. Se nos prometió que Él nos bendiga en la vida y nos lleva al cielo después de la muerte. Nos casó con él por su dinero, y no nos importa si vive o muere, siempre y cuando podamos conseguir sus cosas. Hemos hecho el Reino de Dios en un negocio, merchandising Su unción. Esto no debe ser. Se nos manda a amar a Dios, y estamos llamados a ser la esposa de Cristo - eso es algo bastante íntimo. Se supone que debemos ser sus amantes. ¿Cómo podemos amar a alguien que ni siquiera conocemos? E incluso si no conocemos a alguien, es que una garantía de que realmente las amamos? ¿Somos amantes o prostitutas?
Yo estaba pensando en la pregunta de Martha de nuevo algún día, y consideró la pregunta, "¿Cuál es la diferencia entre un amante y una prostituta?" Me di cuenta de que ambos hacen muchas de las mismas cosas, pero un amante hace lo que hace porque le encanta. Una prostituta finge amar, pero sólo el tiempo que usted paga. Entonces hice la pregunta, "¿Qué pasaría si Dios dejó de pagar?"
Para los próximos meses, permití a Dios que me las búsquedas para descubrir mis motivos para amar y servirle. Estaba realmente un verdadero amante de Dios? ¿Qué pasaría si se detuvo bendecirme? ¿Y si nunca hizo otra cosa para mí? ¿Todavía le quieres? Por favor, entienda, creo en las promesas y las bendiciones de Dios. La cuestión aquí no es si Dios bendice a sus hijos, el problema es el estado de mi corazón. ¿Por qué le sirvo? ¿Son sus bendiciones en mi vida los dones de un Padre amoroso, o son un salario que me he ganado ni un soborno / pago a amarlo? ¿Amo a Dios sin condiciones? Le tomó varios meses para trabajar a través de estas preguntas. Incluso ahora me pregunto si mi deseo de amar a Dios siempre se corresponde con mi actitud y comportamiento. Todavía me sorprendo a mí mismo estar decepcionado con Dios y enojado que él no ha cumplido con alguna necesidad percibida en mi vida. Sospecho que esto es algo que nunca está totalmente resuelto, pero quiero más que nada para ser un verdadero amante de Dios.
Así que ¿qué va a ser? ¿Qué somos nosotros, amante o prostituta? No hay prostitutas en el cielo, o en el Reino de Dios, para el caso, pero hay un montón de ex prostitutas en ambos lugares. Toma de una prostituta recuperación cuando digo que no hay sustituto para la incondicional relación íntima con Dios. Y me refiero a que no hay sustituto aceptable a nuestra disposición (echar otro vistazo a Mateo 7:21-23 en algún momento). Debemos elegir.
Dr. David Ryser
Fuente www.jaxchristian.com
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