jueves, 22 de noviembre de 2018

Pregoneros de la verdad

Los siervos de Dios son pregoneros de la verdad, pero aveces la verdad no es bienvenida por algunos. El que decide seguir a Jesús, se está comprometiendo con Dios, y aceptando las condiciones y demandas del Creador. El llamado del Señor es: aquel que quiera venir en pos de mí, nieguese a sí mismo, tome su cruz cada día y siguame.
Uno de los personajes bíblicos que mejor ilustra lo que padece un mensajero del Señor es el Profeta Jeremías.
Cuando él fue llamado por Dios, sabía muy bien a qué se enfrentaba, y dijo: no podré servirte porque soy niño, y Dios le respondío no digas soy niño porque a todo lo que te mande irás tú.
Mientras todos los profetas decían que Israel no sería vencido por los Caldeos, Jeremías decía: que todos serian llevados cautivos. La reacción de sus compatriotas fue echar a Jeremías en una cisterna sin agua.
"Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno."
Jeremías 38:6
A nadie le gustaba escuchar que serían llevados cautivos por sus peores enemigos, pero esa era la verdad de Dios, y el profeta no podía decir otra cosa.
La cruz de Cristo es cargar con el desprecio, la burla, y la violencia que el mundo ejerce contra el Señor, así como Jesus fue golpeado, escupido en su rostro, mientras cargaba la cruz rumbo al monte Calvario, asi debemos estar dispuestos a ir por esa vía Dolorosa hasta llegar a nuestra crucifixión. Seguir a Jesús es ir contra el mundo, es renunciar a la mentira y hacer de la verdad nuestro ideal.
Jeremías tenía un compromiso con la verdad del mensaje que Dios le dio que proclamase, y aunque esta verdad fue causa de dolor y rechazo, el profeta se mantuvo firme y por su fidelidad alcanzó la bendición de Dios.
Aunque seas echado en una cisterna, aunque te undas en el cieno, Dios enviará ayuda de lo alto, el te rescatará, no temas cree y verás la Gloria de Dios en tu vida.

Pastor Aldo Monegal

El Arrepentimiento

Job 33:27-28
El mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado,
Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz.

La puerta que lleva a la gracia de Dios se llama arrepentimiento, reconocer que pecamos, que a veces no somos rectos, darnos cuenta que desobedecer a Dios no es beneficioso para nosotros, nos lleva al arrepentimiento que es la llave que abre la puerta a una vida de comunión con nuestro Creador, una vida llena de bendiciones.
Jesús dijo bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de Dios, estos son los que saben que dependen de Dios para todo, que sin Él nada pueden hacer.
Después de vivir haciendo lo que deseamos nos damos cuenta de que no fue beneficioso, es momento de venir a la presencia de Dios, entrar por la puerta del arrepentimiento, aceptar el sacrificio que Jesús hizo por tí, entonces sabrás que hay redención, Dios te alejará de la muerte, y disfrutarás de la luz en la presencia del Padre Celestial.
Dios mira desde los cielos a toda la humanidad, buscando corazones arrepentidos, buscando hombres y mujeres que reconozcan a Dios como la única salida a este mundo hostil, violento, lleno de muerte, destrucción y corrupción. Todo lleva a entender que la única salida está en Jesús. El salmo 14 dice en el verso 1: Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
Cuando la humanidad no reconoce al Creador se desentiende de Dios, se desvía tras los deseos de su mente, y cae en la condenación del diablo, se vuelve enemigo de Dios, esto es evidente en la actualidad cuando miramos a la sociedad contemporánea. Pero Dios sigue mirando desde los cielos a los hombres buscado corazones arrepentidos. Hoy es tiempo de buscar si hay arrepentimiento en nosotros para reconocer que sin Dios estamos perdidos, hoy es el día, no lo dejes para mañana, Jesús nos deja estas palabras en el libro de Apocalipsis 3:15-16
"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca."
El punto de quiebre en nuestra vida que puede marcar la diferencia entre la maldición y la bendición, entre la vida y la muerte es el arrepentimiento.
Dios mira desde los cielos buscando corazones dispuestos, aún hay tiempo el Señor extiende su misericordia.

Aldo Daniel Monegal