jueves, 28 de junio de 2012

Nuestro ayudador

Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.   Juan: 14: 15 al 18.


El Señor nunca nos deja solos, aveces parece que estamos solos, pero te aseguro que no es así.
Pero con el correr del tiempo, cuando el servicio a Dios se vuelve rutinario y el ir a la iglesia es como una obligación, sin darnos cuenta nos empezamos a sentir frustrados y desalentados. Entonces nos preguntamos que nos esta pasando?, y nos damos cuenta que estamos muy preocupados por los compromisos y queaseres de la obra de Dios, pero se nos olvido poner en primer lugar al Señor y Dios de la obra.
Muchos proyectos y muchas ideas, planes  y actividades que abruman nuestra vida misma, no podemos quedarnos quietos, y somos como Marta que se quejaba de su hermana delante del Señor, porque ella había elegido "la mejor parte" estar a los pies de EL.
Muchas veces me pregunto: ¿Es verdaderamente la voluntad de Dios lo que estoy haciendo? o es lo que yo quiero hacer. Con que motivación servimos a Dios, o lo seguimos, por nuestros propios intereses?, porque queremos ser reconocidos, queremos ser "grandes" siervos de Dios? yo creo que si somos siervos no somos grandes.
Por eso, si tu vida espiritual esta pasando por una crisis, si te resulta difícil seguir adelante, como si estuvieras luchando sin descanso sin lograr tus objetivos, si la respuesta que esperas esta tardando mucho; para un momento y hechate a los pies del Señor como Maria.
El nos envió el Espíritu Santo, que esta con nosotros siempre, tenemos que estar mas atentos a El. La palabra de Dios dice que el Espíritu es una persona, no debemos entristeserla ni ignorarla, ni ofenderla.
Se lo compara con una paloma, esta ave sencilla se espanta si hacemos un movimiento brusco, pero se acerca a nosotros si nos quedamos quietos y en paz.
Busquemos al Señor y renovemos nuestra comunión con el Espíritu Santo, dejemos que el nos guie, nos enseñe, nos revele la voluntad del Padre, y encontraremos la paz y la fortaleza, y como dice la palabra: "entonces oraras y te responderá Dios".


Aldo D. Monegal

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